viernes, 1 de enero de 2010



Una tarde deliciosa de frío y lluvia, una taza de café y un cigarro robado, un libro en el regazo, tal vez un cuaderno con las páginas vacías y una tormentosa historia, recuerdos cálidos, vívidos, y los pies descalzos sobre la alfombra. Una visita inesperada y un abrazo reconfortante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario